lunes, 6 de marzo de 2017

CARACTERÍSTICAS

Clase Mamíferos.
Dimensiones Altura 105 a 155 cm.
Peso de 55 a 242 Kg.
Orden Artidactilus.
Gestación 7 meses y medio.
Familia Cervidos. No. de Crías 1 y ocasionalmente 2.






ORIGEN 

América Central, Canadá y Sudamérica

HÁBITAT 

Bosques Europeos, Llanuras y Lugares Abiertos.

Información:
Alimentación Preferentemente flores, frutas, 
y ocasionalmente grasas.

Observaciones Es de tamaño medio. 

Regularmente es encontrado en grupos de 10 ó más .

Viven de 15 a 20 años de edad.


Rasgos característicos: 

Esta especie tiene unas 35 subespecies. Su capa es de un color gris pardo en invierno y castaño rojizo en verano. Su característica principal es que el interior de su cola es completamente blanco. Los cuernos son grandes y muy ramificados y están dispuestos hacia atrás. 

Costumbres:
Viven en grupos de entre 10 y 15 ejemplares, normalmente del mismo sexo. Se alimenta de ramas, hierba y hojas. Cuando se siente amenazado corre velozmente hacia lo más denso de la vegetación, con la cola levantada, convirtiéndose ésta en una especie de aviso y también de localización debido a su color blanco intenso. Tienen una ó dos crías después de un periodo de gestación de unos siete meses, las cuales nacen con el pelo moteado de blanco y con un peso de unos 15 Kg. 

Su nombre científico:
Es Odocoileus virginianus.

Fue Declarado Símbolo Nacional, durante la administración de José María Figueres Olsen, el 2 de mayo de 1995, mediante la ley No. 7497.

Esta especie es propia del continente americano. Es un venado mediano, delgado y con patas largas. Su color es café y en la parte interior es blanco.

Este mamífero simboliza nuestro patrimonio de fauna natural. 


Presentación.
Debido a la vocación natural de sus tierras, el noreste de México: Coahuila, Nuevo León, y Tamaulipas, ha sido a lo largo de su historia, una región eminentemente ganadera.

De hecho, durante siglos, sus grandes extensiones áridas y semiáridas de ecosistemas de matorrales, has sido utilizados de manera extensiva para la crianza y producción de la ganadería, entre la que se destaca la de bovinos de carne.

Este uso tradicional de sus ecosistemas naturales, has dado como resultado una cultura ganadera tradicional, que hasta la década de los años 1950’s, fue exitosa, competitiva y rentable. Sin embargo, hacia la década de los años 1990’s, esta ganadería tradicional, en muchos casos, dejó de ser competitiva y rentable, como resultado de las tendencias mundiales de globalización de mercados y economías; y, por la exigencia cada vez mayor de la sociedad, de sólo permitir la operación de sistemas de producción agropecuaria basados en la conservación de la vida silvestre y los ecosistemas naturales.

En el noreste de México, el aprovechamiento sustentable del venado cola blanca a través de la caza deportiva, ha permitido el desarrollo de nuevas empresas de prestación de servicios cinegéticos, que durante los últimos 25 años, han demostrado, que además de contribuir de manera significativa a la economía rural de la región, son también, un pilar fundamental para el rescate y recuperación de la vida silvestre y sus ecosistemas naturales.

Por esta razón, el Consejo Estatal de Flora y Fauna Silvestre de Nuevo León, A.C., la Agencia de Protección al Medio Ambiente y Recursos Naturales de Nuevo León, propietarios de predios, titulares de UMAS y la Dirección de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, han decidido sumar sus esfuerzos, para la edición de esta nueva versión de la “guía de campo para el cazador responsable”, que tiene como único objetivo, orientar a los titulares de predios y cazadores deportistas, en la obtención de venados trofeo, para que el noreste de México, siga siendo la región geográfica más importante en la producción de venados cola blanca con calidad de trofeos.

Introducción
Por su amplia distribución geográfica (desde el norte de Canadá hasta el Ecuador), la dificultad que implica su caza, su tamaño corporal y la diversidad de formas de sus canastas de astas como trofeo (prácticamente no existe una canasta de astas que igual a otra), el venado cola blanca Odocoileus virginianus, es sin lugar a dudas, la especie de mamífero mayor de Norteamérica, más codiciada y demandada desde el punto de vista de la cacería deportiva.

Actividad económica que, debidamente administrada y organizada, constituye un importante generador de empleos rurales y riqueza para el campo, que se traduce a su vez, en un pilar fundamental, para garantizar la conservación y el aprovechamiento sustentable de la vida silvestre y los ecosistemas naturales de la región ecológica en donde se lleva a cabo.

Hoy en día, existen en la región geográfica ecológica del noreste de México: Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, mas de 2 mil 500 “Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAS)”, orientadas a la producción y aprovechamiento cinegético sustentable del venado cola blanca Odocoileus virginianus, de las subespecies O. v. texanus, O. v. miquihuanensis y O. v. carminis.

En su conjunto, estas UMAS o empresas cinegéticas, incluyen el manejo de una superficie de mas de 6 millones de hectáreas de ecosistemas naturales de matorrales xerófilas y bosques de pino-encino, en los que gracias a la actividad cinegética organizada y responsable, se conserva y aprovecha de manera sustentable el venado cola blanca y otras especies de la fauna silvestre regional.

Esta cuarta edición de la “guía de campo para el cazador responsable”, tiene por objeto, que tanto los propietarios de predios, titulares de UMAS cinegéticas y los cazadores deportistas que anualmente participan en la temporada cinegética oficial de venado cola blanca, puedan evaluar directamente en el campo, la edad de los venados que van a cazar, y de esta forma, se cacen los venados machos adultos o viejos, que son los que por su edad, han alcanzado su madurez como trofeos de caza.

Comportamiento de Machos y Hembras:

El venado cola blanca no es una especie de hábitos gregarios (que vive en manadas o grupos de muchos individuos);Las concentraciones de grupos familiares de hembras con crías y éstas con grupos de machos, es común que se presenten durante el invierno, en áreas de cultivo y en áreas de suplementación de alimentos. sin embargo, es común que se formen pequeños grupos familiares, compuestos por una hembrea (madre) acompañada de una o dos de sus crías. También es común, que estos grupos estén integrados por una hembra (madre) y una hembra (hija del año anterior) y una o dos crías de la primera. Pudiendo presentarse el caso, de dos hembras (madres) acompañadas de sus crías respectivamente. Los machos también forman grupos de dos o más individuos, los cuales se mantienen en grupo a lo largo del año, y en la mayoría de los casos, se separan durante la época de reproducción o apareamiento de los machos con las hembras (diciembre y enero, en el noreste de México). 


Las concentraciones de veinte o más venados (machos, hembras y cervatos) es común que se presenta antes del amanecer, antes de la puesta del sol y durante la noche, en las áreas abiertas de praderas introducidas, áreas de cultivo, sitios de suplementación de alimentos, minerales o cebado. Sin embargo, este comportamiento, no debe interpretarse como un comportamiento “gregario” de la especie, ya que la concurrencia de varios venados en una misma área, es el resultado de la visita a la misma área, de grupos familiares y/o grupos de machos independientes. Aunque el “ámbito hogareño” o área dentro de la cual, un venado vive y se moviliza, depende de muchos factores y por ende es muy variable. En áreas de matorrales xerófilos, el “ámbito hogareño” promedio de los machos varía entre 80 y 300 hectáreas, y entre 50 y 200 hectáreas para el caso de las hembras.

Los machos adultos dominantes (5.5 o más años de edad) se mantienen en áreas restringidas durante la época de empadre (10 ha. o menos) y limitan sus movimientos, lo que dificulta su observación en el campo.

Dieta
La dieta del venado cola blanca se basa principalmente en el ramoneo (consumo de hojas y tallos) de especies vegetales arbustivas y el consumo de hiervas silvestres.A diferencia del ganado bovino, cuya dieta alimentaria se basa principalmente en el pastoreo y consumo de gramíneas (zacates o pastos), la dieta del venado cola blanca, se basa principalmente en el ramoneo (consumo de hojas y tallos) de especies vegetales arbustivas y el consumo de hierbas silvestres.

En las grandes extensiones de matorrales xerófilas, es común por ejemplo, que la dieta anual del venado cola blanca varíe con la estación del año y de acuerdo a los siguientes porcentajes de consumo promedio:

Estación / Porcentaje de consumo

Primavera: gramíneas (5%), arbustivas (60%), hierbas (35%)
Verano: gramíneas (3%), arbustivas (80%), hierbas (17%)
Otoño: gramíneas (6%), arbustivas (76%), hierbas (18%)
Invierno: gramíneas (4%), arbustivas (85%), hierbas (11%)

Es importante señalar, que cuando el manejo del hábitad es adecuado y las densidades de población de bovinos y venados se mantienen acordes con la “capacidad de carga” del hábitat, no existe competencia directa por alimento entra ambas especies; sin embargo, durante las épocas críticas de sequías y/o heladas, esta situación de equilibrio cambia y se puede presentar una fuerte competencia por alimento (cantidad y calidad). Pudiendo ser necesario en estos casos, la reducción y/o control del hato ganadero, o bien, la suplementación de alimentos y minerales para ambas especies.

Para garantizar en adecuado desarrollo corporal, condición física, reproducción, tamaño de astas y sanidad, la dieta de los venados debe contener: 17% de proteína cruda; 1% de fósforo; 1.5% de calcio, vitaminas y minerales traza.

Reproducción:
Hembra con su cría a mediados de la época de invierno (mes de febrero). Las crías (nacidas en julio o agosto) que alcanzan esta edad (7 u 8 meses) tienen una alta probabilidad de sobrevivencia dentro de su hábitat natural.En el noreste de México, la época de reproducción (en la región denominada “corrida”), se lleva a cabo durante los meses de diciembre y enero, pudiendo existir variaciones de esta época para otras regiones ecológicas de México. Los nacimientos de las nuevas crías o cervatos se presentan durante los meses de julio y agosto, después de una gestación del orden de siete meses (200 a 210 días).

Por regla general, las hembras (madres) primerizas, paren un solo cervato, y las hembras de segundo y partos posteriores, pueden parir dos y hasta tres cervatos. Esto, siempre y cuando las condiciones del hábitat hayan sido buenas, y las densidades de población de bovinos y venados se hayan mantenido por debajo de la “capacidad de carga” del hábitat natural.


Los nuevos machos y hembras, alcanzan su madurez sexual y participan en la reproducción, cuando han alcanzado la edad de 18 meses (1.5 años), o sea, durante el segundo invierno de su vida. Por su mayor tamaño corporal y fuerza física, los machos de 5.5 y 6.5 años de edad son “dominantes”, “territoriales” y más cautos y con menos movilidad, y desde luego, más exitosos, en la cobertura de hembras.

Uno de los índices importantes para evaluar el éxito de la reproducción es la determinación mediante el muestreo de población, de la relación “hembras-crías”, la cual se considera buena, para valores iguales o superiores a 1:0.7 y mala para valores inferiores a 1:0.5. Siendo recomendable, la asesoría de un experto, para el análisis y conclusión final.


Ciclo anual de astas:

Venado cola blanca de 2 años de edad iniciando el desarrollo de sus nuevas astas (verano)Después de su nacimiento (julio o agosto), el venado cola blanca macho, inicia con la presencia de un par de “chichones” sobre su cabeza, a la edad de 6 ó 7 meses (enero ó febrero), el crecimiento de lo que será su primer par de astas.Este primer juego de astas, que para el mes de noviembre o diciembre, se podrá presentar en forma de “lezna” (de una sola pieza puntiaguda) o con algunas ramificaciones adicionales (2, 3 o más), se desprenderán de manera natural de la cabeza del animal, al término de la época de reproducción y alrededor de los meses de marzo o abril.
A partir de esta primera muda o caída del primer par de astas y durante todos los años subsecuentes de su vida. Los venados machos, iniciarán año con año, el crecimiento de un nuevo par de astas a partir del mes de mayo, las cuales, se mantendrán forradas con una pielecilla velluda “terciopelo”, hasta el término de su crecimiento a finales del mes de septiembre.

A finales del mes de septiembre o principios de octubre, estas nuevas astas, serán talladas y pulidas contra las ramas y troncos de arbustos y árboles, quedando limpias y listas para el combate con otros machos durante la época de la cobertura de hembras en los meses de reproducción (diciembre y enero).En los machos más jóvenes, de 1.5, 2.5 y 3.5 años de edad, es común que las canastas de astas que ostentan, tengan una coloración clara (blancuzca). Mientras que en los machos adultos de 4.5 años de edad o mayores, sus canastas de astas, presentarán una coloración más oscura (café).


Genética, edad y nutrición:

La gran mayoría de los venados cola blanca jóvenes e inmaduros (1.5 y 2.5 años de edad), es común que exhiban astas pequeñas y delgadas, que no reflejan, ni la forma, ni la masividad, que alcanzarán cuando sean adultos (5.5 o más años de edad).Las “canastas” de astas que ostentan los venados cola blanca machos durante la época de reproducción (diciembre y enero), son el resultado, de las características genéticas que heredaron de sus progenitores, la calidad de la alimentación a la que han estado sujetos a lo largo de su vida y de ese año en particular, y de la edad que han cumplido al momento de su observación en el campo.Desde el punto de vista de su genética, es importante destacar, que muchas de las características de las astas que los venados heredan de sus progenitores: abertura, número total de picos y otras, en la gran mayoría de los casos, no se manifiestan hasta que estos alcanzan su madurez, o sea, a partir de los 5.5 años de edad. Esto, debido a que su crecimiento corporal (músculos y huesos) termina prácticamente hasta alcanzar los 4.5 años de edad, siendo utilizado hasta esas edad, un mayor porcentaje de la alimentación para la formación del cuerpo que de las astas.Por esta razón, los mejores trofeos, se obtendrán de venados machos de 5.5 y 6.5 años de edad. Dependiendo de la genética de sus progenitores; el tipo, calidad y manejo del hábitat; el régimen de lluvias; y otros factores, es posible que, es posible que durante la época de reproducción (diciembre y enero en el Noreste de México), algunos de los machos jóvenes (inmaduros) de 1.5 años de edad, exhiban como su primer par de astas un par de “leznas” (astas de una sola pieza puntiaguda). Su casa o eliminación de la población por considerarlos de baja calidad genética, puede ser un error grave, ya que muchos de estos venados, puede llegar a ostentar buenas “canastas de astas” cuando alcancen su madurez (5.5 o más años de edad). Experiencias en el campo han demostrado, que venados machos trofeo de 5.5 años de edad, no fueron venados especiales a la edad de 1.5 ó 2.5 años de edad.

Capacidad de carga de hábitat:
Durante las épocas de invierno, la producción de forraje de las arbustivas se reduce de manera importante desde el punto de vista de su cantidad y calidad, lo que da como resultado, que los venados, si no disponen de suplemento, consuman forraje de pobre.El hábitat o área natural donde vive y se desarrolla un venado, debe ser un sitio tal, que proporcione y satisfaga, los siguientes requerimientos básicos: alimentación, agua, cobertura vegetal y espacio físico vital. Todos los hábitats naturales tienen una determinada “capacidad de carga”, la cual depende directamente de la abundancia y calidad del tipo de componentes vegetales presentes, la cantidad de herbívoros(bovinos, venados y otros) presentes, e el manejo combinado que se haga de todos los elementos.
Las variaciones de lluvias, sequías (estacionales o anuales) y las “heladas” o bajas importantes de temperatura, hacen que la producción de forraje (cantidad y calidad) de un hábitat natural varíe y por esta razón, varíe también su “capacidad de carga”. Siendo importante considerar, dependiendo de cada caso en particular, la posible reducción del hato ganadero y/o densidad de población de venados presentes, o bien, el suministro de suplementos (alimentos y minerales) entre otras acciones.En años de lluvias “normales” es posible mantener satisfactoriamente en matorrales xerófilos con buen manejo de hatos ganaderos, una densidad media de población de venados cola blanca, igual a la carga de bovinos de carne, que se recomienda en base al coeficiente de agostadero del terreno en cuestión.Esta densidad de población de venados se puede incrementar al doble e incluso al triple, si la carga de bovinos recomendada, se disminuye o reduce en un 50% y existen además, suficientes fuentes de agua disponibles para el ganado y la fauna silvestre.
En el Noreste de México, los hábitats naturales de matorrales xerófilos pueden alcanzar valores promedio del orden de 8 ó 10 hectáreas por venado (macho, hembra o cría). Siendo recomendable, buscar la asesoría de un profesional, para definir un “plan de manejo” real, que permita alcanzar los resultados y metas programadas.

 Mejoramiento del hábitat: 

La construcción de nuevas fuentes de agua, contribuyen de manera importante al mejoramiento del hábitat del venado cola blanca y el resto del las especies de la fauna silvestre que comparten su hábitat.Se define como mejoramiento del hábitat: “cualquier acción que realice el hombre, orientada a mejorar la utilización y/o cantidad y calidad forrajera del hábitat natural original del venado cola blanca, con el objeto de asegurar su adecuado y eficiente desarrollo (corporal y de astas), su reproducción y sanidad”.Considerando que los cuatro requerimientos básicos del venado cola blanca son: alimento, cobertura vegetal, agua y espacio físico vital. Todas las acciones o prácticas que se realicen en el hábitat con fines de mejoramiento, deberán estar orientadas precisamente a desarrollar o mejorar cualesquiera de estos requerimientos.Algunas de las principales prácticas de mejoramiento del hábitat que se recomiendan realizar incluyen: la construcción de nuevas fuentes de agua; el tratamiento mecánico en “franjas alternas” a la cubierta vegetal (mediante rastra y/o rodillo metálico); la suplementación de alimentos y minerales; y la siembra de cultivos agrícolas como el frijol, la soya, la avena o los tréboles, en pequeñas parcelas (0.5 a 1.0 ha), distribuidas en toda la extensión del predio. Siendo recomendable en estos casos, el establecimiento de una parcela por cada 250 a 300 hectáreas de terreno.En áreas de matorrales xerófilos, se recomienda que exista al menos una fuente de agua permanente y un suplementador de alimentos y minerales por cada 150 hectáreas de hábitat natural.
Los suplementos alimenticios que se ofrezcan, deberán contener: 17% de proteína cruda, 1% de fósforo, 1.5% de calcio; vitaminas y minerales traza. Aunque el maíz, puede ser una parte del suplemento, principalmente como fuente de energía, los venados no deben de estar sujetos a libre acceso al grano, ya que cuando su condición física es mala y están hambrientos, la ingestión de este grano en cantidades excesivas (25% o mas de la dieta) puede causar serios problemas de acidosis, diarreas y en algunos casos la muerte de los mismos animales.Evitar la sobrecarga de bovinos y venados en un hábitat natural, siempre será, la mejor práctica de mejoramiento del hábitat.

Caza:


Un cazador responsable, siempre cosecha , venados adultos o viejos (5.5 o más años de edad), que son los que se pueden considerar verdaderos trofeos.La caza o aprovechamiento cinegético, solo se justifica, cuando ésta se realiza bajo condiciones de sustentabilidad, o sea, para aprovechar los “excedentes” de una población silvestre, con el fin de controlar su densidad o ajustar su composición (relación: machos, hembras y crías), y con ello, garantizar la calidad del hábitat natural donde vive y se desarrolla.Bajo esta perspectiva, la caza de hecho, se considera una herramienta importante para el manejo de las poblaciones silvestres de cualquier especie y el hábitat natural donde éstas se desarrollan. Por esta razón, la caza como herramienta de manejo, debe incluir, no sólo la extracción de los machos, sino también, la extracción de las hembras, cuando así se justifique.De lo anterior, resulta obvio, que la única manera racional de definir el aprovechamiento sustentable del número y sexo de ejemplares a cazar en un predio en particular, debe estar basado en la evaluación real de la población presente, o sea, de su densidad, relación de machos y hembras, y relación de hembras (madres) y crías. De otra forma, no es posible garantizar un aprovechamiento sustentable y el manejo adecuado de la población y su hábitat natural.En hábitats de matorrales xerófilos de cobertura densa, se recomienda por seguridad, que la caza de venado cola blanca sólo se realice “a la espera”, utilizando los caminos y brechas acondicionadas para este fin, siendo deseable, que exista al menos, un sitio de caza por cada 150 hectáreas de matorral. Además se recomienda, que las brechas de caza, no excedan de 150 metros de longitud.Para un buen programa de manejo con fines de producción de trofeos; no se deberán cazar los venados “jóvenes” e “inmaduros” de 1.5, 2.5, 3.5 y 4.5 años de edad. Hacerlo con lleva a mediano y largo plazo de ausencia de buenos trofeos.




Tasa de aprovechamiento:
Por su comportamiento territorial , los venados dominantes adultos y viejos (5.5 o más años de edad), tienden a mantenerse en áreas específicas. Por esta razón, es recomendable la mayor cantidad posible de sitios de caza en un predio.La tasa de aprovechamiento o número de machos y hembras que habrán de cazarse o extraerse de un predio, debe estar soportada por los resultados de los estudios o monitoreos de población que previamente se realizaron para este fin. Sin estos estudios, no se puede garantizar a futuro la sustentabilidad de un aprovechamiento extractivo como lo es la caza.Uno de los aspectos importantes a considerar para la caza de machos y/o hembras es el relativo a la distribución de la presión de caza, ya que si no se cuenta con la infraestructura suficiente de sitios de caza, entonces, es posible que en algunas áreas se haga una sobre explotación y en otras, se dejen de extraer venados que han alcanzado su madurez física y que es conveniente su extracción. Para evitar esto, como se señaló con anterioridad, es necesario que al menos exista debidamente acondicionado, un sitio de caza por cada 150 hectáreas de hábitat. Siendo recomendable, que exista el mayor número posible de sitios de caza, con el objeto de que éstos puedan ser utilizados bajo un sistema permanente de rotación, durante las diversas temporadas de caza.En caso de que además de la caza una de las opciones de manejo para la población y el hábitat, sea la de extracción de venados (machos y/o hembras) vivos, estas extracciones, también deberán hacerse en diversos sitios o potreros del predio, con el objeto de que las extracciones se distribuyan sobre toda la superficie del predio.Bajo ninguna circunstancia, se recomienda la caza disparando desde vehículos de motor, ya que esto, independientemente del juicio que pudiera tener desde el punto de vista de la cinegética, es una práctica nefasta, desde el punto de vista de los futuros monitores y evaluaciones de la población, ya que desarrolla en los animales un comportamiento “huidizo” aprendido, que hace prácticamente imposible su observación en el campo.Para garantizar la futura selección de buenos reproductores, no se recomienda la caza de venados jóvenes o inmaduros (1.5 y 2.5 años de edad), ni de venados intermedios (3.5 y 4.5 años de edad), sobre todo, cuando éstos ostentan buenas “canastas de astas”Otro de los aspectos importantes, relacionados con la tasa de aprovechamiento de los venados machos, es el relativo a la edad de los venados que deberán cazarse. Es obvio que, los venados jóvenes e intermedios, o sea, los de 1.5, 2.5 y 3.5 años de edad, por su experiencia y mayor movilidad dentro de un habitad, son los que ofrecen las mayores posibilidades y facilidad de caza. Sin embargo, es importante considerar, que si la tasa de aprovechamiento sólo se hace sobre ese tipo de machos, además de que no obtendrán venados con buenas características de astas, se estará dejando de aprovechar la parte más importante de la población desde el punto de vista de la caza de trofeos, o sea, los venados de 5.5 años de edad o mayores.Aunque el tema de la edad de los venados machos que se recomienda cazar es complejo y polémico, conviene apuntar, que lo recomendable para garantizar a futuro, un aprovechamiento sustentable de venados machos con buenas características de astas, deberá estar sustentado en la caza de venados adultos y viejos, ya que éstos, además de haber alcanzado la edad suficiente para exhibir su verdadero potencial genético, son los de menores expectativas de vida a futuro.Complementario a lo anterior, es importante destacar, que la caza sistemáticas de venados “intermedios” (3.5 y 4.5 años de edad) con buenas características de astas, es un error grave, ya que estos venados son los futuros reproductores (sementales) de la población, y su eliminación sistemática, reduce año con año, el mejoramiento genético de la población desde el punto de vista de futuros “trofeos”.Este problema de mal manejo, se agrava, cuando además de cazarse los venados “intermedios” (3.5 y 4.5 años de edad) que ostentan buenas “canastas de astas”, se dejan (en calidad de sementales) dentro de la población, los venados “maduros” (5.5 o mas años de edad) de baja calidad de “canastas de astas”, ya que la consecuencia de esto, es privilegiar la baja calidad genética en la población.Aunque la tasa de aprovechamiento sustentable de machos que se pueden cazar dentro de los terrenos de un predio, depende de cada caso en particular, en términos generales, ésta varía de un 10% a un 20 % del total de la población de machos presentes. Pudiendo ser mayor o menor, dependiendo del objetivo que se persiga:cacería de venados o cacería de venados trofeos.

MEDIDA DE HUELLA Y TAMAÑO DEL ANIMAL

Huellas fresca nos ayudan a determinar
La mejor aérea para cazar.

Las huellas son la indicación del tamaño del animal. Por lo regular, cuando observamos una huella bastante grande es porque el animal ya es maduro. Es importante que cuando este cazando, busque las huellas de caminar y no las de correr. Toda huella de correr son muchos más grande que las que quedan cuando el animal camina. También por las huellas, el cazador tendrá noción de la direción que el animal tomo. Aquellas huellas encontradas en cercanía a los lugares de descanso, son cuando el animal camina en la tarde o en la noche o vice versa. La mejor manera de saber la edad del animal es midiendo la huella de manera vertical. Todo que sea mayor de 5 1/2 pulgadas se considera un animal maduro.
¿Hembra o Macho?

Los machos grandes dejan huellas profundas.
Esta huella mide más de 5 pulgadas.



Las huellas femeninas se reconocen fácilmente. Al pisar, la plantilla de la pata casi no tocara el piso, pero notara que la marca frontal de la pata si se es profunda. Esta huella que ud ve aquí, es echa por una venada

Cuando la hembra camina en áreas planas, el peso caerá hacia el frente de la pata creando a plana vista la marca frontal de la huella. Esto es porque el pecho es más pequeño que el del macho. Pero bien como sabes que el macho es de pecho mas grande, sus huellas de la plantilla de la pata caerá hacia el costado de las frontales y las marcas de sus dedos hacia afuera. 

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